Visita panorámica de Rímini (Ariminum: del Arco de Augusto al Puente de Tiberio) – visita al Templo de Malatesta
El Arco de Augusto de Rímini es el monumento más importante de la época romana en el norte de Italia. Es la puerta más antigua de la ciudad y no es casualidad que lleve el nombre del emperador Augusto.
Fue construido en el año 27 a.C. por decreto del Senado romano, en agradecimiento al emperador Augusto por la restauración de una de las vías consulares más importantes, la Vía Flaminia, construida ya en el 220 a.C.. Conducía desde la antigua Roma hacia el norte, en dirección a Ariminum (Rímini), y en la Edad Media recibió el nombre de Vía de Rávena.
Más allá del Arco de Augusto había un foro romano, en cuyo emplazamiento se alza hoy la Piazza delle Martyrs, la plaza central de Rímini. Aquí se puede ver la tribuna construida en 1555 en honor de Julio César.
Cerca de la Piazza Tre Martiri se encuentra el primero de los edificios monumentales italianos de la época renacentista: el llamado Templo de Malatesta (siglo XV). El templo, construido en mármol blanco, refleja externamente la arquitectura y el espíritu de la época romana. Aquí se pueden admirar las esculturas del florentino Agostino di Duccio y del veronés Matteo De Pasti, así como las obras de los grandes artistas italianos Giotto, Vasari y Piero Della Francesca, que trabajaron en Rímini.
El Castillo Sismondo fue concebido como palacio y fortaleza. Como reza la placa de mármol situada a la entrada del castillo, Sigismondo Malatesta fue su arquitecto. Sigismondo sólo tenía entonces 21 años. El gran arquitecto florentino Filippo Brunelleschi también participó en la construcción del castillo.
Antica Pescheria o el antiguo mercado de pescado, construido por el arquitecto riminés Gian-Francesco Buonamici en 1747, es uno de los rincones más característicos y animados de la ciudad, un ejemplo de arquitectura cívica del siglo XVIII. Hoy en día es un lugar muy animado con numerosos restaurantes, cafés en las aceras y bodegas llenas de visitantes y jóvenes.
Piazza Cavour es el centro monumental y urbano de Rímini. En un lado de la plaza hay tiendas y cafés, mientras que en el otro lado se alinean solemnemente los palacios que se consideran los más grandes de la ciudad: Palazzo Garampi, Palazzo del Arengo y Palazzo del Podesta. Al final de la plaza se encuentra la hermosa fachada del Teatro Municipal, construido en estilo neoclásico e inaugurado en 1857 por el gran compositor italiano Giuseppe Verdi. En el centro de la plaza hay un monumento al Papa romano Paolo V y una antigua fuente decorada con un «cono», con una inscripción que afirma que el propio Leonardo da Vinci la admiró durante su escala en Rímini de camino a la cercana ciudad de Cesenatico, donde iba a emprender la reconstrucción del puerto.
El Puente del Emperador Tiberio, una de las principales estructuras arquitectónicas de la época romana, se comenzó a construir en tiempos del emperador Augusto, en el año 14 d.C., y fue terminado por su nieto y sucesor, el emperador Tiberio, en el año 21 d.C.. El puente, construido con piedra blanca de Istria, tiene cinco arcos y cruza el río Marecchia, que atraviesa la ciudad.
