Morbihan -traducido del bretón- significa «pequeño mar». La singular configuración de la bahía, su gran afluencia de agua dulce, sus fuertes corrientes y su microclima cálido han creado su paisaje único a lo largo de los siglos.
El «Mar Pequeño», con una superficie de 12.000 hectáreas, está rodeado de tierra por casi todos sus lados. Numerosas islas de la bahía son las cimas de colinas que han quedado bajo el agua debido a la subida del nivel del océano. Las poderosas corrientes hacen estragos aquí, y la marea inunda los pequeños istmos que conectan las islas.
En estas islas viven algunos de los marineros más hábiles de Bretaña, acostumbrados desde niños a navegar por los laberintos entre minúsculos trozos de tierra. El hombre vive aquí desde la Edad de Piedra. Prueba de ello son los numerosos megalitos (estructuras prehistóricas formadas por grandes bloques de piedra) a orillas de la bahía.
En el siglo I a.C. vivían aquí los venecianos, que eran el pueblo más poderoso de la península de Bretaña, la Armórica (Armorica – Normandía y Bretaña en los antiguos celtas), y poseían una flota invencible. Sin embargo, fueron derrotados por César: atacó a los venecianos durante las vacilaciones, cuando sus barcos estaban indefensos, y los romanos iban con remos planos…..
Según la leyenda, en el famoso bosque de Broseliand (ahora es el bosque de Pampon), situado cerca de la ciudad de Vannes, vivían las hadas (en este bosque, según cuentan las leyendas, han ocurrido muchos milagros, aquí se batieron en duelo los caballeros de la Tabla Redonda, aquí, según la leyenda, está la tumba de Merlín). Al salir del bosque, derramaron tantas lágrimas que se creó un mar interior: la bahía de Morbihan. Las hadas arrojaron sus coronas de flores al agua y aparecieron numerosos islotes en la bahía…..
A cualquiera de estos islotes se puede llegar en barco, yate, lancha o cualquier otra embarcación. En Ile aux Moines le sorprenderá que a 47,5° de latitud norte (que es aproximadamente la misma que Rostov del Don y Astracán) puedan crecer naranjas, palmeras y mimosas. Todo gracias al microclima: aquí los grados Celsius nunca bajan de cero.
En la isla de Gavrinis (Ile de Gavrinis) hay todo un complejo de dolmenov (se trata de antiguas construcciones místicas, cuya antigüedad, según algunas estimaciones, es de 7-8 mil años), conectadas entre sí bajo tierra (a este tipo de construcciones los científicos las llaman «majanos»). Los antiguos pobladores pintaron las paredes del majano con numerosos símbolos misteriosos.
A orillas de la bahía se encuentra el centro administrativo, la ciudad de Vannes, considerada una de las más bellas de Bretaña. Está rodeada de gruesas murallas con fabulosas torres redondas y tejados de tejas. También alberga uno de los monumentos megalíticos más famosos de Europa, la ciudad de Karnak. En Morbihan hay estructuras megalíticas por todas partes: dolmen, majanos, menirs….
En los meses de primavera y verano, los amantes de las vacaciones y los festivales marítimos acuden a las orillas de la bahía. El Scarlet Sails Festival reúne a antiguos veleros, cuidadosamente restaurados por sus propietarios. Y del 14 al 20 del hermoso mes de mayo se celebra el Festival Marítimo «La semaine du golfe». «La semaine du gulfe» Morbihan se celebra desde hace varios años. En el festival participan veleros tradicionales y clásicos, así como barcos históricos reconstruidos en las Siete Flotillas Mixtas. La regata de las Siete Flotillas sigue las reglas de alternancia entre 14 puertos situados en 4 extremos diferentes de la bahía, todo ello acompañado de carreras de motores acuáticos, regatas y fuegos artificiales nocturnos.
Morbihan está considerada una de las cinco bahías más bellas del mundo….












