Perpiñán, que ya se ha ganado el corazón de los turistas, fue en su día la capital del Reino de Mallorca, pero ahora la ciudad es famosa por sus finos y exquisitos vinos, cuyo sutil bouquet se crea a partir de las mejores uvas cultivadas en los fértiles suelos de la provincia. Los amantes del arte también querrán visitar la estación de ferrocarril, cuyas paredes y techo fueron pintados por el mismísimo Salvador Dalí.
El encanto histórico de Perpiñán no tiene nada que envidiar al glamour de Collioure. Aunque la ciudad es conocida desde que griegos y fenicios la eligieron como puerto marítimo, Collioure se hizo famosa gracias a sus habitantes. Durante el siglo XIX, fue el hogar de algunos de los bohemios más pintorescos de Europa: Chagall, Cézanne, Picasso, Derain y Dufy.












