«Y me juré que si podía salir de mi imperio natal, lo primero que haría sería ir a Venecia, alquilar una habitación en la planta baja de algún palazzo, para que las olas de los barcos que pasaban salpicasen por la ventana, escribir un par de elegías, apagar cigarrillos en el húmedo suelo de piedra, toser y beber, y cuando se me acabase el dinero, en lugar de un billete de tren compraría una pequeña Browning y me volaría los sesos sin moverme del asiento, habiendo fracasado en mi intento de morir de causas naturales en Venecia.»
Joseph Brodsky – «El muelle de lo insalvable» 1989.
Venecia es una ciudad que uno no puede dejar de amar y admirar.
La legendaria fundación de Venecia se remonta al 25 de marzo de 421. Aunque en el nombre de la ciudad se conserva el de la antigua tribu de los venecianos o enecios, que habitaban el norte del Adriático antes de Cristo.
En el siglo V, tras la caída del Imperio Romano, durante las incursiones bárbaras, parte de la población local huyó despavorida a las islas de la laguna. Así nació poco a poco Venecia.
Por supuesto, en primer lugar el nombre de la ciudad está relacionado con el santo apóstol y evangelista Marcos. Según la leyenda divina, el santo visitó la laguna veneciana en el año 52, el día de Navidad. Esto explica el amor de los venecianos por el santo y el hecho de que eligieran a San Marcos como patrón celestial de la ciudad. En 828, los mercaderes venecianos sacaron con engaños las reliquias del santo de Alejandría. Así se construyó la primera capilla en el lugar de la moderna catedral que vemos hoy.
Desde su fundación, Venecia nunca ha sido reconstruida. Conserva todo su encanto medieval, repartida en 118 islas, sorprendentemente unidas por una red de canales.
Las «Cruzadas», cuyo objetivo era tomar posesión del Santo Sepulcro y establecer un Estado cristiano occidental en Palestina, se convirtieron en el «mejor momento» de Venecia. Innumerables riquezas llegaron a la ciudad, lo que contribuyó a su desarrollo y prosperidad. Venecia es la segunda ciudad después de Roma en cuanto a santuarios cristianos. En las iglesias venecianas se conservan todas las reliquias traídas de los santos.
Hay muchas iglesias en Venecia. Es imposible recorrerlas en poco tiempo, por lo que nuestro itinerario está diseñado para ver las principales reliquias de la ciudad y hacerse una primera idea de ella.
