ABADÍA POM-POM

Visita general de la abadía de Pomposa.

A unos 50 km de Ferrara, a lo largo de la costera Vía Romea, por la que los peregrinos viajaban en la Edad Media camino de Roma, se alza Pomposa, una abadía en el Delta del Po. La zona, uno de los parques deltaicos más importantes de Europa, es sitio de la UNESCO desde 1999.

La Pomposa moderna forma parte de un monasterio que fue grande y poderoso en la Edad Media, punto de referencia para la historia y la cultura, centro de espiritualidad. Los historiadores atribuyen el origen del asentamiento de los monjes en Pomposa a los siglos VI a VII, cuando el lugar, sano y arbolado, rodeado por los mares Po di Volano y Po di Goro, era una isla. Los monjes estudiaban las «Reglas fundamentales de la orden benedictina»

Sin embargo, las primeras noticias sobre Pomposa datan del año 874 y se refieren a una disputa legal entre el obispo de Rávena y el papado. Numerosas actas que se remontan al siglo X atestiguan la vitalidad del monasterio, que alcanzó la plena independencia tanto de Salvatore de Pavía como de Rávena en 1001 por acuerdo entre el papa Silvestre II y el emperador Otón III.

La primera mitad del siglo XI, en particular la prosperidad de la abadía de San Guido degli Strambiati (1008-1046), marca un periodo de máximo esplendor para el monasterio pomposino, frecuentado por las figuras más destacadas de la historia de la época. Durante el mismo periodo, Guido d’Arezzo fue monje. Recordemos que descubrió la escritura musical, que aún hoy se utiliza en el mundo de la música. Hay una plaza en Arezzo que lleva su nombre en su honor.

El complejo de la abadía consta de tres partes: el campanario con la iglesia de Santa María, el claustro con habitaciones anexas y el Palazzo della Ragione.

La construcción del campanario comenzó en 1063 por el maestro Deusdedit. Es un bello ejemplo del estilo románico: de unos 48 metros de altura, el interior está dividido en nueve pisos, a los que se accede por 201 escalones.

La Iglesia de Santa María de Pomposa presenta hoy una planta basilical de tres naves con ábside poligonal, típica del entorno de Rávena. Muchos otros elementos estructurales internos son de Rávena. Aunque los frescos del ábside y de la nave central son predominantemente del siglo XIV, en algunos lugares es posible ver indicios de decoración de siglos anteriores y leer los frescos en orden cronológico.

Gvido d’Arezzo experimentó con una práctica del canto que revolucionó la enseñanza musical occidental. Era monje en Pomposa desde 1013 y aquí, en la abadía de su homónimo, desarrolló un nuevo sistema de notación e interpretación musical. Permitía a cualquiera leer e interpretar una melodía aparentemente desconocida, acelerando el aprendizaje y liberándolo de la transmisión oral.

Muchos peregrinos se detuvieron aquí en su camino a Roma: Dante Alighieri, Federico Barbarroja y otros.

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