Museo de la Catedral.
El viajero moderno que pasee por las calles cercanas a la Plaza de la Catedral localizará Santa María del Fiore desde lejos. La altísima torre de la catedral se eleva 90 metros sobre el suelo. El enorme edificio, magistralmente decorado con estuco, está coronado por una cúpula de color rojo brillante. Esta cúpula es como un faro que guía, atrae la mirada y llama a los viajeros hacia sí. Por cierto, ninguna cámara, ni siquiera la de mayor angular, puede captar la totalidad del edificio catedralicio
La Catedral de Santa María del Fiore causa una impresión duradera. La vasta estructura no abruma a los visitantes con su monumentalidad. El entrelazamiento del Renacimiento temprano y el Gótico dio lugar a un estilo arquitectónico del quatrocento que es de una belleza inexpresable. La mayoría de los objetos que antaño adornaban el interior de la catedral fueron trasladados paulatinamente al Museo del Duomo, situado en la Piazza del Duomo. Esta sala, que sirvió de taller al arquitecto Brunelleschi, se inauguró como museo de la catedral en 1891. Los visitantes del museo pueden admirar los dibujos del diseño de la cúpula, así como maquetas creadas por el propio Brunelleschi. Los magníficos coros que servían a los cantores de la catedral en el siglo XV también han encontrado su hogar en el museo.
El Museo de la Ópera de Santa María de Fiore es una alternativa a la Galleria dell’Accademia.
El museo exhibe obras maestras de la Catedral de Santa María del Fiore:
En la Sala del Tesoro de la Catedral, el visitante podrá admirar el «Altar de San Juan Bautista», una obra maestra de los joyeros florentinos del siglo XV, B. Cennini y A. Pollaiolo, creada para el Baptisterio.
Numerosas salas están dedicadas a los proyectos técnicos para la cúpula.
Abierto todos los días
