Emilia Romaña está orgullosa de sus creaciones gastronómicas, una de las cuales es el inigualable queso parmesano, en italiano Parmigiano Reggiano. En ninguna mesa italiana puede faltar este queso. La receta para elaborarlo se remonta a hace casi mil años. Se cree que lo inventaron unos monjes benedictinos que necesitaban un tipo de queso de larga conservación. Tiene una textura dura y granulada, resultado de un largo periodo de maduración de hasta 36 meses. No contiene aditivos.
Tendrá la oportunidad de observar la preparación de este queso mundialmente famoso y degustarlo en diferentes fases de maduración. El parmesano también se sirve con el vino local Lambrusco.
Si lo desea, también puede visitar la fábrica de vinagre balsámico, un producto típico de Módena.












