Italia es un país con un rico patrimonio vitivinícola, donde cada rincón está impregnado del sabor de los viñedos y la historia.
Vendemmia es un periodo especial de elaboración del vino, cuando se vendimian las uvas maduras para crear bebidas exquisitas y nobles. Viajar por las rutas del vino de Italia durante Vendemmia le sumergirá en el ambiente único de la época de la vendimia y le permitirá sumergirse en el mundo de la vinicultura italiana.
Italia es famosa por la diversidad de sus regiones vinícolas, cada una con sus propias características y tradiciones de producción de vino.
Vendemmia no es solo una época de vendimia, es una auténtica celebración para todos los que participan en la industria del vino. Participar en la vendimia en una bodega italiana es sumergirse en una atmósfera de trabajo y alegría, ver el proceso de elaboración del vino desde dentro. Se sentirá parte de esta antigua tradición y aprenderá los secretos del cuidado de los viñedos.
Tras la vendimia, disfrutará de un auténtico festival enogastronómico. Degustación de vinos locales, quesos, aceite de oliva, prosciutto – podrá disfrutar de la diversidad de la gastronomía italiana. Sumilleres y enólogos experimentados le explicarán las sutilezas de la cata, el maridaje de vinos y alimentos, las peculiaridades de la producción y el almacenamiento del vino.
El viaje por las rutas del vino de Italia incluye visitas a bodegas, donde podrá ver todas las etapas de la producción del vino, desde la vendimia hasta el embotellado. También se adentrará en la historia de las fincas locales.
El otoño en Italia es tiempo de vendimia: la cosecha de la uva.
Vendemmia, una actividad festiva pero bastante agotadora, solía tener lugar en días calurosos y húmedos. Hoy, la recogida de la uva es mucho más sencilla. Antiguamente, las uvas crecían en lo alto de las parras; había que subir una escalera de mano para alcanzarlas; las uvas se colocaban en cestas de mimbre suspendidas en ganchos de las ramas de las parras. Había que llevar las cestas con uvas a las macetas, que se colocaban en el punto más alto del viñedo, junto a un carro tirado por bueyes, que luego iba a la bodega. Ahora, el tractor pasa entre las hileras de viñas y los vendimiadores echan los racimos directamente en los contenedores cargados en el tractor.
Las uvas de variedades especialmente valiosas, por ejemplo, para el vin santo, se recogían sólo a determinadas horas, evitando el calor de la tarde. De hecho, dos o tres días más al sol pueden suponer una gran diferencia en el vino final.
La Vendemmia suele celebrarse entre octubre y noviembre.
Después de la vendimia, puede quedarse a comer o cenar, o simplemente degustar los vinos de la finca de años anteriores con aperitivos ligeros.
También se puede organizar un picnic en la bodega si el tiempo acompaña.
Después de la vendimia, puede quedarse a comer o cenar, o simplemente degustar los vinos de la finca de años anteriores con aperitivos ligeros.












