Fiesole.
Fiesole es el más cercano, antiguo y famoso de todos los suburbios florentinos.
Los etruscos se asentaron aquí ya en el siglo X a.C. Se asienta sobre una colina que separa los valles de los ríos Arno y Mugnone, dominando Florencia, que surgió más tarde. Fiesole fue la cuna del famoso escultor renacentista Mino da Fiesole. La plaza principal, alrededor de la cual se concentra el centro histórico de la ciudad, lleva su nombre. La ciudad es de origen etrusco y está situada sobre una colina. Desde aquí se puede disfrutar de una maravillosa vista de Florencia. Fiesole también debe visitarse para disfrutar de la belleza del paisaje y contemplar las ruinas arqueológicas y los monumentos artísticos.
Fiesole fue una ciudad especialmente favorita entre los extranjeros que visitaban Florencia en el siglo XIX y muchos de ellos incluso vivieron aquí, como los pintores prerrafaelitas ingleses en la antigua villa de los Medici, que fue alquilada por el artista y coleccionista británico William Blundell Spence.
En la Piazza Mino da Fiesole, que surgió en el emplazamiento del antiguo Foro, se encuentra el Palacio Pretorio (siglo XVI) junto al que se halla la antigua capilla de Santa Maria Primerana
Seminario
Palacio Episcopal
La Catedral de San Roque, de estilo románico. En el interior de la catedral, además de obras de Giovanni della Robbia, Bicci di Lorenzo. Mino da Fiesole, la Capilla Salutati con frescos de Cosimo Rosselli (siglo XV)
La zona arqueológica llama la atención con el teatro romano, donde se celebran varios conciertos en verano, así como termas romanas, un templo romano y parte de las murallas etruscas.
El Museo Arqueológico alberga obras de arte encontradas en excavaciones dentro de la ciudad. El Museo Bandini alberga la colección del polímata Angelo Maria Bandini, que incluye pinturas de la escuela toscana de los siglos XIII al XV.
La Iglesia de San Francisco se encuentra en la cima de la colina donde se encontraba la antigua acrópolis, y el Museo Etnográfico Misionero se encuentra cerca.
En la cima de la colina, donde se encontraba la antigua acrópolis, se encuentra la Iglesia de San Francisco y el Museo Etnográfico Misionero.












