Excursión al lago de Orta
El lago d’Orta es otro de los maravillosos lugares por los que Italia es tan famosa. Esta pequeña masa de agua, rodeada de suaves laderas alpinas, se encuentra en la provincia de Piamonte, cerca del majestuoso Lago Mayor. La tranquila y acogedora masa de agua está enmarcada por un romántico paisaje.
El embalse de montaña se formó de forma natural en tiempos inmemoriales, cuando los glaciares descendían de las altas cumbres. Una pequeña grieta, llena de arroyos fríos y, manantiales que brotan del suelo. Durante mucho tiempo, San Julio fue considerado el patrón del lago. Según numerosas leyendas, San Giulio vivió en las inmediaciones del hermoso lago en el siglo IV d.C. El lago recibió su nombre moderno en el siglo XVI. El gran francés Honoré de Balzac llamó a este pintoresco rincón de Italia «una perla gris en una caja verde». Friedrich Nietzsche se inspiró en las orillas de esta maravillosa masa de agua para crear su obra maestra «Así habló Zaratustra». Las olas esmeralda de las murallas montañosas, que descienden suavemente hasta el espejo azul de las aguas del lago, son el principal e innegable atractivo de d’Orta.
La visita al lago más romántico de Italia comienza con un paseo por las calles medievales empedradas de la ciudad de Orta, que sorprende por su atmósfera mágica. Desde la plaza central de la ciudad, Piazza Motta, tomaremos un barco hasta la isla de San Giulio, situada en el centro del lago. En esta diminuta isla (su perímetro es de 650 metros), visitaremos la catedral románica donde se conservan las reliquias de San Jorge y pasearemos por el «camino del silencio». En el territorio de la isla se encuentra el convento de los benedictinos, que hicieron voto de silencio. «En silencio se comprende
todo», reza uno de los carteles colocados por las monjas a lo largo del camino que ciñe los muros del convento.
Lago D’Orta y la Montaña Santa:
Se trata de un complejo de veinte pequeñas capillas encaramadas en la ladera de una montaña, cuyo camino parte del centro de la ciudad de Orta. Se puede llegar a pie (20 min) o en tren turístico. Esta Montaña Sagrada está dedicada a Francisco de Asís. El complejo, construido entre 1590 y 1788, cuenta con hasta 900 frescos y 376 esculturas de terracota que representan escenas de la vida del santo. Este conjunto monumental es Patrimonio Mundial de la UNESCO. Es imposible abandonar la Montaña Santa sin admirar la hermosa vista de la isla de San Giulio desde la plataforma situada frente a la iglesia de San Nicolao.
