Lucerna está ampliamente considerada como una de las ciudades más bellas de la Suiza germanófona, la joya del país. Lucerna fue la primera en incorporarse a la Confederación Helvética, y ahora es famosa, entre otras cosas, por el legendario Wilhelm Tell. Es aquí donde se desarrolló la famosa historia del niño y la manzana.
Situada en el corazón de Suiza, Lucerna reúne todos los encantos del país: un pintoresco lago serpenteante con orillas rocosas, altas montañas con cumbres nevadas y la arquitectura de las antiguas «ciudades de pan de jengibre». Todo el mundo encontrará algo de su agrado en esta ciudad: antiguas casas pintadas, puentes medievales de madera y una muralla fortaleza esperan a los amantes de la antigüedad, numerosas rutas de senderismo, esquí y trineo aguardan a los partidarios del ocio activo, románticos paseos marítimos y acogedores restaurantes esperan a los enamorados, y cruceros por los pintorescos parajes del lago son para los perezosos.
Un paseo de dos horas por la ciudad le deparará muchas impresiones agradables. Casi todos los rincones de la ciudad tienen su propia historia centenaria. Le esperan el famoso Kapellbrücke, el puente de madera cubierto más antiguo de Europa; la torre de agua de 34 metros de altura, símbolo de la ciudad; la Fortaleza Musgrave, una muralla medieval de defensa de la ciudad con nueve torres; el Monumento al León Moribundo, la escultura de piedra más triste y conmovedora del mundo; y el moderno Centro de Cultura y Congresos.












