Visita a Palermo y Monreale.
Monreale es un suburbio de Palermo, una bonita y pequeña ciudad donde el rey normando Guillermo II ordenó erigir una grandiosa catedral. Que se construyó aquí entre 1174 y 1176: 106 metros de largo y 40 metros de ancho.
La ciudad está enclavada en una montaña baja. En un pasado lejano fue un pueblo árabe, más tarde, a partir del siglo XI, un asentamiento normando. Fue a partir de esta época cuando Montreal comenzó a crecer en importancia y fama: los reyes normandos preferían descansar en esta ciudad después de sus hazañas de armas. Y un día, cuando Guillermo II descansaba durante otro merecido descanso (y fue en 1172), tuvo un sueño: Madonna se le apareció y le dijo que gastara el botín de guerra tomado por su padre, que lo gastara en una buena causa, que construyera un templo en su honor. Y, como de costumbre, le señaló el lugar donde debía construirse el templo. Siendo un hombre devoto y piadoso, Guillermo II no dio largas al asunto y en 15 años en el lugar indicado por la Virgen ya se levantaba la catedral de la ciudad de Montreal, y junto a ella se construyó un palacio para el arzobispo. Además, Guillermo deseaba superar las catedrales que su abuelo y su padre habían construido en Cefalú y Palermo. Se invitó a arquitectos árabes y, como resultado, la catedral combinó elementos de la arquitectura morisca con rasgos típicos de los edificios cristianos del norte de Europa. Y como fue en el siglo XII cuando los artistas italianos alcanzaron cotas sin precedentes en la pintura de iconos, la catedral recibió una pintura interior de asombrosa belleza. La imagen de Cristo Todopoderoso domina sobre todos los frescos.
La catedral es la única atracción de la ciudad. Su fachada está adornada con puertas de bronce que representan escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. Suele abrir sólo los días festivos, pero en días normales se accede a la catedral por una puerta lateral.
La catedral es enorme y está considerada una de las mayores colecciones de mosaicos del mundo. Junto a la catedral se encuentra el patio del monasterio benedictino, que también tiene rasgos claramente moriscos. Los arcos que delimitan el patio están sostenidos por columnas ornamentadas, una de las cuales representa a Guillermo II ofreciendo la catedral a la Virgen. Desde 1995, la catedral está protegida por la UNESCO como monumento histórico y arquitectónico único. En el ala derecha de la catedral se encuentran los restos del monasterio benedictino del siglo XII. El patio del monasterio de Chiostro, un cuadrado de 47×47 metros de 4 muros formado por columnas unidas por arcos en el espíritu de los patios árabes que rodeaban el jardín interior, se ha conservado maravillosamente hasta nuestros días. Está considerado uno de los más bellos del mundo.
Hay varios lugares en la ciudad que ofrecen una panorámica de la cercana Palermo, una vista tan impresionante como agradable. Y desde el jardín de la ciudad se pueden admirar panorámicas de la isla de Sicilia. Pero la historia de la ciudad no es tan serena como puede parecer a primera vista. Sus calles han sido testigo de sangrientas batallas entre sicilianos rebeldes y los franceses, entonces (en 1282) dueños de la isla.
