Visita a Palermo y Montreal.
Palermo es una ciudad de contrastes: una calle está en ruinas, la otra reluce con el oropel brillante de hoteles de moda y boutiques con precios de vértigo. Pero quien sepa encontrar puntos en común con su energía implacable, su total desprecio por las normas de tráfico y su caos general, se enamorará de ella para siempre. Prepárese para explorar: Palermo presume de un gigantesco conjunto de palacios, castillos e iglesias con una mezcla única de estilos arquitectónicos bizantino, árabe, normando o renacentista. Por otro lado, es una ciudad de modernidad, amplias avenidas, seductoras tiendas y bellas mansiones del siglo XIX.
Tanto emirato árabe como parte del reino normando, Palermo se convirtió en la ciudad más grande de Europa en el siglo XII. Pero en los últimos años su fama ha pasado a mejor vida, sobre todo por los titulares sensacionalistas sobre asesinatos y corrupción política. La mafia aún tiene la ciudad cogida por el cuello.
Antigua capital de la isla, Palermo es hoy una gran ciudad portuaria con calles de Estambul, mezquitas árabes convertidas en iglesias y palacios de reyes normandos.
La tarjeta de visita de la ciudad son sus iglesias, de las que hay cerca de 300. El centro histórico de Palermo, Cuattro Canti, está considerado el segundo más grande de Italia. Es interesante el complejo del Palacio Normando, donde vivieron los gobernantes de la isla desde el siglo VII, y en el siglo XVI se instaló el virrey español. Esta estructura es un ejemplo único de arquitectura árabe-normanda. La Capilla Palatina del castillo, decorada con mosaicos bizantinos y ricas pinturas, se ha conservado en un estado casi prístino desde el siglo XII.
Ponga a prueba sus nervios en las Catacumbas Capuchinas, donde se exponen los cuerpos de nobles y venerados sicilianos fallecidos en siglos pasados. La espeluznante atracción se encuentra en el sótano del monasterio. Al pasear, la grandiosa Catedral de Via Vittorio Emanuele llama inmediatamente la atención. Está construida en una mezcla de estilos gótico y morisco con elementos añadidos de clasicismo. La historia del templo comenzó en el lejano siglo XII. En su interior se encuentran las reliquias de la patrona de la ciudad, Santa Rosalía, así como los restos de gobernantes sicilianos.
El mirador del Monte Pellegrino (600 m) ofrece una impresionante panorámica de la ciudad y el mar.
Merece la pena visitar el Museo Internacional de la Marioneta para sumergirse en el ambiente del teatro de marionetas medieval, que siempre ha sido popular en Sicilia. También destaca el Museo del Islam en el complejo del Castillo de Cisa. El famoso Teatro Massimo es uno de los escenarios de ópera más imponentes de Italia. Está construido siguiendo las mejores tradiciones del clasicismo. Los turistas deambulan por allí no tanto para escuchar las voces de los tenores italianos como para hacerse fotos con el fondo de la famosa escalinata, que se convirtió en el telón de fondo del trágico desenlace de la saga cinematográfica del Padrino. El mercado de Vucciria, situado en la plaza del mismo nombre, representa «en carne y hueso» la vida y las costumbres de la Palermo moderna.
