Academia de Bellas Artes de Venecia
En 1750, el pintor Giovanni Piatezza propuso la creación de una academia de bellas artes en Venecia. En aquella época, los locales de la academia estaban situados cerca de la plaza de San Marcos, en el primer piso del edificio del mercado de la harina. En 1807, por orden del emperador Napoleón I de Francia, la academia fue dotada de nuevos locales y en 1817 se abrió al público por primera vez la exposición.
La colección se formó en un primer momento con el fin de dar a los estudiantes de la academia una idea adecuada de la historia de la pintura. Con este fin, el museo trató de reunir obras de los más grandes maestros italianos y representantes de otras escuelas europeas de pintura.
Algunas pinturas fueron llevadas de Venecia a Francia bajo Napoleón. Más tarde fue posible traerlos de vuelta y los cuadros se añadieron a la colección. Otros fueron tomados de iglesias venecianas o recibidos como regalos de particulares.
A finales del siglo XIX, se decidió dar prioridad a las obras de artistas venecianos. Como resultado, la galería cuenta con la mayor colección de la escuela veneciana de pintura. Algunas de las pinturas del museo son piezas únicas procedentes de monasterios destruidos durante el sometimiento de Venecia por Napoleón.
La colección de pinturas, ordenada cronológicamente, ocupa 24 salas. Algunas de las pinturas más famosas de la galería se encuentran en las cinco primeras salas.
Las pinturas más famosas de la Galleria dell’Accademia:
«Virgen y santos», de Giovanni Bellini (Sala 2)
«La tempestad», de Giorgione (Sala 5)
«Cena en casa de Leví», de Veronese (Sala 10)
«El traslado del cuerpo de San Marcos», de Tintoretto. Marcos», de Tintoretto (Sala 10)
«El Luto de Cristo», de Tiziano (Sala 10)
Pinturas de Pietro Longhi (Sala 17)
El Milagro de la Santa Cruz (Sala 20)
El ciclo de frescos «La Vida de Santa Úrsula», de Carpaccio (Sala 10)
La Vida de Santa Úrsula. Carpaccio (Sala 21)
El descubrimiento de esta colección nos da una visión completa del estilo artístico de los maestros venecianos, los secretos de su oficio y, lo que es más importante, nos revela a través de las pinturas de los artistas las peculiaridades de la vida en Venecia en aquellos lejanos tiempos.












