Una pequeña ciudad de provincias en Francia que no tiene nada en común con Rusia excepto…. Casi 10.000 rusos descansan en el cementerio de la ciudad.
En su día fue una residencia para inmigrantes rusos, y cuando sus residentes morían, eran enterrados en el cementerio local. Con el tiempo, se convirtió en un «cementerio ruso». Hoy, sin embargo, sólo se permite enterrar aquí a quienes viven en la ciudad.
En una pequeña iglesia construida al estilo de las iglesias de Nóvgorod de los siglos XV-XVI, los nombres rusos están escritos en las tumbas con letras rusas… Tumbas de grandes duques y princesas, lápidas y complejos conmemorativos de cosacos, cadetes, kornilovitas, kolchakovitas, kutepovitas, alekseevitas, wrangelitas.
Hay tumbas de Iván Bunin, el primer escritor ruso galardonado con el Premio Nobel, y de muchos otros escritores: Dmitri Merezhkovski, Zinaida Gippius, Viktor Nekrasov, Maximov, Teffi (Nadezhda Buchinskaya), Alexei Remizov.
Los artistas Konstantin Somov, Konstantin Korovin, Andrei Lansky, Mstislav Dobuzhinsky y los creadores del ballet moderno francés – Serge Lifar, Matilda Kshesinskaya, Olga Preobrazhenskaya… descansan aquí.
Zinovy Peshkov, el hermano mayor de Yakov Sverdlov, un hombre cuyo destino puede considerarse uno de los más extraordinarios del siglo XX, también encontró aquí su última morada, no lejos de las tumbas de Alexander Galich, Rudolf Nuriev y Andrei Tarkovsky.
Escultores, generales, pensadores, músicos, artistas, soldados: el orgullo de la cultura rusa y la encarnación de su espíritu…
Se encuentra a una distancia de unos 40 km. de París, la duración del viaje es de unas 2,5 – 3 horas. Junto al cementerio hay una floristería.
