Esta antigua ciudad costera se encuentra en las profundidades de una bahía redonda y tranquila en el Golfo de Vizcaya, por lo que casi no hay grandes olas del mar y nadar es muy cómodo. Alrededor de la playa, en el semicírculo de la bahía, hay una elevada calzada desde la que se accede directamente a las villas y casas que rodean la bahía. El clima en San Juan de Luz es marítimo. Los veranos son cálidos: la temperatura media en julio es de 20,6° C; la temperatura del agua alcanza los 20-22° C.
En los siglos XI – XIII, la ciudad era conocida por el fondeadero de barcos balleneros. Hoy en día, las ballenas han sido sustituidas por el atún, las anchoas, las sardinas y el pulpo, que pescan los pescadores locales. A principios de julio, la ciudad organiza un festival del atún, una celebración divertida y desenfadada en la que no falta el pescado cocinado según diferentes recetas. Alrededor de la plaza mayor se encuentran algunos de los mejores restaurantes de la costa vasca, donde se sirven todo tipo de especialidades de pescado.
En la plaza Luis XIV se celebran conciertos de música durante los meses de verano, como el Coro Vasco y un festival de jazz.
El centro de la ciudad es marcadamente medieval, con influencias españolas y árabes en la arquitectura. La principal atracción histórica es la catedral más grande del País Vasco, la Eglise Saint-Jean-Baptiste, donde Luis XIV se casó con María Teresa de España en 1660. Esta catedral del siglo XIV tiene una galería de tres pisos y está considerada una de las catedrales vascas más bellas. Junto a la catedral hay dos casas, una de las cuales -la «Casa de la Infanta»- fue donde María Teresa se alojó antes de su boda, y la otra -la «Casa del Rey»- donde se alojó el joven Luis XIV.
En la ciudad se puede visitar el Museo Grevin (Museo de Cera) y cerca está el Castillo de l’Urtubi, con una colección de muebles y alfombras del siglo XVI.
