Ya has visto que Milán no es sólo una ciudad de moda. Cada año son más los visitantes que descubren la capital del norte de Italia.
Te invitamos a visitar lugares ocultos a los ojos del viajero ocasional:
El engaño ilusionista del gran Bramante en la Iglesia de la Madre de Dios – Bramante fue uno de los primeros en utilizar la ilusión óptica en el arte. Una vez frente al altar, nunca creerá que el espacio sólo tiene 97 cm de profundidad. En el plano original, debía medir 9 metros. Con 70 cm, el engaño de la vista – trompe l’oeil – de Bramante tuvo éxito. Si no se conoce el efecto de ilusión óptica, parece que detrás del altar se extiende un gran espacio del ábside con columnas y decoraciones, pero en realidad no está ahí.
La epidemia de peste en Europa occidental y la iglesia de San Sebastián – en tierras católicas se consideraba que el principal protector contra la peste era San Sebastián – un mártir cristiano primitivo que vivió en el siglo III. Según la leyenda, el emperador Diocleciano ordenó que lo fusilaran con arcos. En los textos grecorromanos, la peste, al igual que otras enfermedades, se describía a menudo utilizando la metáfora de flechas que llueven sobre la gente desde el cielo.
La iglesia de San Jorge del Palacio es el patrón de la hueste amante de Cristo, y se glorifica en la iglesia de su nombre. Fue fundada en la primera mitad del siglo VIII cerca de las ruinas del palacio imperial – palatium, reservado para uno de los tetrarcas, gobernantes del Imperio Romano y por lo tanto fue apodado al Palazzo – «en el palacio».
Frescos de Bernardino Luini, el mejor discípulo de Leonardo Da Vinci, en la iglesia de San Maurizio.
Historia del monacato femenino en Milán.
*También puede indicar los lugares de interés que le gustaría visitar.
