No hay mejor manera de terminar una degustación y una comida que con una copa de vino dulce.
Moscato d’Asti
Con su baja graduación alcohólica y su ligera chispa, el Moscato d’Asti es un vino ideal para una tarde de verano. Originalmente lo elaboraban los vinateros para beberlo a la hora de comer sin emborracharse. Se elabora a partir de la uva Moscato Bianco, una de las variedades más antiguas cultivadas en el Piamonte.
Moscato d’Asti DOCG Icardi La Rosa Selvatica
¿A qué sabe el Moscato d’Asti? El melocotón maduro, la miel y la flor de naranja se revelan en los sabores veraniegos de este vino. También es uno de los pocos vinos que huele y sabe a uva.
Vino Santo
Este vino de postre tiene un nombre que se traduce como «Vino Santo». Se elabora a partir de uvas blancas Trebbiano y Malvasia, que se dejan secar al sol para que el azúcar concentrado convierta poco a poco las uvas en pasas. El vino resultante se envejece hasta diez años en pequeñas barricas con un poco de aire en la parte superior para que se oxide suavemente. Suele acompañarse con galletas secas (biscotes).
¿Qué sabor tiene el Vin Santo? El Vin Santo tiene un intenso color dorado y su embriagador sabor combina albaricoques secos y frutas tropicales, complementados por los clásicos aromas oxidados de caramelo y frutos secos.












